El noble arte del tapeo triunfa en todo el mundo, y es que nadie se resiste a un buen picoteo. Muchos han convertido el aperitivo del fin de semana en todo un ritual que cada vez se practica más en casa, especialmente estos días en los que reducimos nuestras actividades fuera del hogar. Comer a base de pequeños bocados es algo que siempre apetece, y que gracias a la versatilidad de un pescado como el salmón noruego, te lo pone muy fácil para solucionarte el menú en cualquier época del año.
Una comida de tapas nos lleva a olvidar encorsetamientos para disfrutar de ese ambiente informal y familiar que invita a pasarlo bien sin protocolos en la mesa. Prepara una buena selección de pequeños platos que te permita solapar el aperitivo con la comida, y todo el mundo quedará más que satisfecho sin que tengas que preocuparte por ningún plato más elaborado. Pero el tapeo no está reñido con lo saludable, solo tienes que elegir productos que sean tan nutritivos como sabrosos, como el salmón noruego, un pescado azul lleno de virtudes.
Ya sea fresco o ahumado, el salmón noruego te ofrece un sinfín de posibilidades culinarias ideales para organizar un menú de pequeños bocados sencillos de lo más apetecibles. Rico en ácidos grasos omega 3 y fuente de proteínas, vitaminas y minerales esenciales, es además un alimento completo, saludable y saciante, con el que nadie se quedará con hambre.
Con su atractivo color rosado brillante y una textura tersa y jugosa, la calidad del salmón noruego es producto un reflejo de su propio lugar de origen, las condiciones extremas de las gélidas aguas del Mar de Noruega que son el hábitat natural perfecto para el desarrollo de algunos de los mejores pescados del mundo. Gracias a la experiencia de la tradición, el buen hacer y el minucioso cuidado del producto, Noruega lidera la producción mundial del salmón respetando además la sostenibilidad del ecosistema natural, logrando una calidad única con todas las garantías de seguridad.
Esto permite que podamos disfrutar en casa del mejor salmón fresco que no necesita congelarse para consumirse crudo. Así, las posibilidades gastronómicas se multiplican, y para demostrarlo te damos un montón de ideas diferentes para que organices tu propio menú de tapas en casa.
Clásicos del tapeo muy nuestros
Arrancamos nuestro menú con algunas de esas tapas clásicas que no pueden faltar en un picoteo, pero con el toque especial del salmón noruego. Y es que este pescado demuestra que se puede adaptar a todo tipo de gastronomías, técnicas y sabores, como en nuestra imprescindible tortilla de patatas. Solo tienes que añadir unos lomos de salmón cocido y desmenuzado a la mezcla de patatas fritas y huevo para darle un toque de sabor sorprendente. Prepara una gran tortilla servida en pinchitos, coronándolos con una piparra o aceitunas, o cuaja la mezcla en formato mini individual acompañándolas, por ejemplo, de unos pimientos del piquillo.
La misma idea la puedes aplicar a la clásica empanada, que puede esconder un relleno muy original con una sabrosa mezcla de salmón y espinacas, o combinando el pescado rehogado con un sofrito de cebolla y uvas pasas. Además, puedes prepararla también con obleas de empanadillas individuales para cocinarlas fritas o al horno. Y la textura jugosa del salmón noruego es perfecta para incorporar este pescado al relleno de nuestras tapas clásicas en formato bolita, que tanto gustan a los niños. Buñuelos, albóndigas o unas melosas croquetas marineras forman un trío de picoteo al que nadie podrá decir que no.
Pinchos y brochetas
Los pequeños bocados ensartados con palillos o brochetas son tan atractivos como divertidos y cómodos de servir, por eso no hay menú de tapas que se precie sin algún pincho o brocheta. La textura tersa y firme del salmón noruego es ideal para cocinarlo en pequeñas porciones, vuelta y vuelta a la plancha o parrilla, dándole un toque oriental rebozándolo con semillas y sirviéndolo con una salsa de yogur y curry, o con los toques agridulces de un aliño de miel, limón y jengibre.
Puedes dejar los dados de lomo fresco de salmón marinando unos minutos antes de marcarlos a la parrilla para servirlos con una salsa fresca de aires caribeños, como la chien, o con tu alioli casero favorito. Y si quieres ahorrarte encender el fuego, sorprende a todos con unas fresquísimas brochetas de salmón ahumado que puedes emparejar con frutas naturales que realcen ese frescor, como la piña o la manzana.
Tostas y canapés
Los canapés de salmón siempre han sido sinónimo de fiestas y lujo, pero nada nos impide llevar esa sofisticación a nuestra mesa en cualquier momento del año. Sin duda, el salmón ahumado es el ingrediente estrella a la hora de preparar tostas muy vistosas, con su exquisito sabor que además marida la mar de bien multitud de ingredientes.
Por ejemplo, es la pareja perfecta de todo tipo de quesos, tanto frescos y cremosos como más curados e intensos. Compruébalo con ideas fáciles como unos crostini de salmón noruego ahumado con queso semicurado, o déjate inspirar por el toque de autor del chef Sergio Fernández y sus exquisitos canapés con torta del Casar y boletus, que puedes probar con tus quesos favoritos. Utiliza diferentes bases para jugar con las texturas y sabores, usando pan de baguette tostado, blinis, galletas de arroz saladas, pan negro alemán, de semillas… o prescinde del pan con unos riquísimos huevos rellenos usando salmón fresco cocido al vapor.
Platos infalibles en formato mini para devorar con las manos
El aperitivo se convertirá en todo un festín si llevas algunos de esos platos que nunca fallan a pequeña escala, perfectos para olvidarse de los cubiertos. Por ejemplo, la pizza es el comodín por excelencia que siempre soluciona cualquier comida o cena, y que puedes presentar dividiendo la masa en pequeñas mini porciones con una deliciosa combinación de pesto, mozzarella o burrata y salmón ahumado. Pruébalo también en la llamada pizza alsaciana, con una base fina y crujiente con queso crema y cebolla morada. Utilizando una buena base ya lista para usar, no tardarás más que unos pocos minutos en prepararlas; solo recuerda que el salmón ahumado conviene colocarlo justo después de hornear, para disfrutar al máximo de sus cualidades.
Las hamburguesas se asocian con la comida rápida, pero si las haces caseras y con un alimento tan nutritivo como el salmón noruego, conquistarás a los tuyos con un bocado saludable, vistoso y delicioso. Pica unos lomos o filetes de salmón noruego fresco y mézclalos con algunas hierbas o alguna verdura muy picada, y adereza a tu gusto. Después, dale forma a las hamburguesas de salmón fresco en porciones de un bocado, que además son más fáciles de cocinar a la plancha, y servirlas con mini panecillos o una base crujiente, y completarlas con lo que más te apetezca.
También las tartas saladas se prestan muy bien a una comida de picoteo, que además puedes dejar listas con antelación. El salmón noruego fresco hace muy buena pareja con rellenos cremosos a base de verduras y también puedes enriquecer una quiche con quesos cremosos como un rulo de cabra o el requesón. El salmón se adapta sin problemas a cualquier tipo de masa, desde el hojaldre y la quebrada hasta la brick o filo, todas aptas para el formato de tartaletas.
Un picoteo en crudo para no tener que cocinar
¡Más fácil todavía! Enriquece tu tapeo en casa con algunos platos en crudo para ahorrarte tener que encender ningún fuego de más. El salmón atlántico nos llega directamente desde las frías aguas del Mar de Noruega con todas las garantías de la máxima frescura y de seguridad alimentaria. Gracias a la exigente regulación de su producción, y a que se alimenta solo con piensos nutritivos de alta calidad, no necesitas congelarlo previamente para disfrutar de su exquisita textura y sabor suave en crudo.
Por eso es el pescado perfecto para elaborar sushi, imprescindible en Japón desde que el salmón noruego se introdujo en el país nipón en los años 90, descubriendo su extraordinaria calidad. Prepara una buena base de arroz y dale distintas formas con nigiris, makis, rollitos o temakis, combinando el pescado con los ingredientes que más te gusten, incluso dándole un toque más occidental con queso crema, tortilla francesa o verduras como unos espárragos trigueros o pimientos asados.
Pero la cocina japonesa no es la única que aprovecha las virtudes del salmón fresco para elaborar platos crudos idóneos para picar. Así puedes ahorrarte también preparar el arroz sirviendo aperitivos individuales de ceviche, tiraditos o una selección de tartares muy frescos y ligeros. Prueba a montarlos en diferentes capas con otros ingredientes, como el aguacate, usando aros de emplatar, o simplemente servir mini bocados con cucharillas de cocktail o vasitos. Si los coronas con huevas de salmón, potenciarás aún más el sabor único de este pescado.