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La hora de la cena suele darnos muchos quebraderos de cabeza, pues a menudo llegamos cansados al final de la jornada y nos encontramos sin inspiración para ponernos a cocinar. Esa apatía nos puede llevar a recurrir a opciones poco saludables, pero, en realidad, puede ser muy fácil cenar sano y sabroso con platos caseros. Un pescado azul como el salmón noruego es la mejor apuesta para terminar el día disfrutando en la mesa, y puedes prepararlo al horno de mil maneras para no caer en la rutina, con recetas para todos los gustos.

El salmón noruego es uno de los pescados más populares y consumidos en todo el mundo, y se ha convertido en el favorito de los españoles por su fantástico sabor y el juego que da en la cocina. Cocinándolo al horno ahorrarás mucho tiempo y esfuerzo, ya que es una de las formas de preparar este pescado más sencillas y accesibles incluso para los más novatos. Es más, también es una técnica de lo más saludable, que potencia el sabor y la textura del salmón realzando todas sus cualidades, y que apenas requiere preparación previa.

Salmón al horno con verduras

Los expertos recomiendan consumir pescado, como mínimo, de tres a cuatro raciones a la semana, incluyendo siempre pescados azules como el salmón noruego para mantener una dieta equilibrada. El salmón es un alimento muy nutritivo y completo, fuente de proteínas de alta calidad, ácidos grasos omega 3, vitaminas y minerales y esenciales para el correcto funcionamiento del organismo. Consumirlo a la hora de la cena es una manera muy fácil de reducir los hidratos de carbono refinados al final del día, de los que solemos abusar, y nos puede ayudar a descansar mejor al ser un alimento muy digestivo.

Criado en las frías aguas cristalinas de los fiordos del Mar del Norte, el salmón noruego vive de forma controlada pero libre, bajo los máximos estándares de seguridad que nos permiten disfrutar en casa del mejor pescado fresco, lo que se traduce en un producto de alta calidad que queda reflejada en el sabor excepcional de este alimento. Cocinándolo al horno podemos sacar el máximo partido de sus cualidades, con una textura firme y suave que admite multitud de acompañamientos diferentes.

Salmón a las finas hierbas

El término de “finas hierbas” se suele emplear en cocina para describir una mezcla de hierbas aromáticas frescas, con un aroma muy equilibrado que marida bien con ingredientes marinos. Como pescado azul de gran sabor, el salmón noruego es ideal para aprovechar esa sutileza fragante de las hierbas, cuya composición puede variar al gusto del cocinero.

Salmón a las finas hierbas

Para convertirlo en un plato aún más atractivo, los chefs profesionales acostumbran a combinar esas hierbas con una base más cremosa que ayuda a repartirlas por encima del pescado, protegiendo además así su carne durante el horneado. Puedes usar las variedades que más te gusten: eneldo, tomillo, perejil, perifollo, romero, cebollino, orégano…

Simplemente pica muy finas un puñado de hierbas lavadas y secas y combínalas con zumo de limón, un diente de ajo machacado y un poco de mantequilla o aceite de oliva. Pinta con una brocha de cocina los lomos de salmón noruego repartiendo esta mezcla, añade pimienta al gusto y hornéalos a 200ºC unos 10-12 minutos.

Salmón al horno con patatas

Salmón con patatas

Esta forma de preparar el salmón es todo un clásico que nunca pasa de moda, y al que puedes dar diferentes toques fácilmente. Primero se hornean las patatas, peladas y cortadas en rodajas no muy gruesas, con un poco de aceite de oliva y aderezos al gusto, hasta que empiezan a coger color.

A continuación, se coloca el salmón noruego encima de ellas, en una pieza entera o en lomos, para terminar la cocción todo junto unos minutos más. Puedes añadir también unas cebollitas francesas o unos tomates en rodajas junto con las patatas, o asar el salmón regado con un poco de sidra, cava o vino blanco. Otra opción es cortar las patatas en gajos o cubos, y puedes hacerlo igual con boniatos.

Salmón con crujiente de frutos secos

Salmón con almendras

Con esta sencilla forma de preparar el salmón noruego sorprenderás con un plato sabrosísimo y muy nutritivo. La idea es cubrir la parte superior del pescado con una especie de coraza a base de frutos secos picados o machados, que se tostarán en el horno, transmitiendo su aroma al salmón y creando una capa crujiente deliciosa.

Puedes emplear tus frutos secos favoritos o una mezcla de varios tipos, troceados en piezas más o menos grandes, o picados más finos. La almendra laminada es muy cómoda y luce muy elegante, pero anímate a probar diferentes combinaciones con nueces, pistachos, piñones, cacahuetes… Primero barniza el salmón con aceite de oliva, para ayudar a que se adhieran mejor.

Salmón al horno con verduras (de muchas maneras diferentes)

Nada más saludable y equilibrado que combinar los beneficios nutricionales y el sabor del salmón noruego con unas buenas verduras de temporada. Porque la clave para no caer en la monotonía de esta preparación está en aprovechar la riqueza del mercado en cada momento del año para darle más color y sabores al plato.

Salmón con juliana de verduras

Utiliza una buena variedad de hortalizas distintas en cada preparación, combinando por ejemplo pimientos, cebolla, calabacín y tomates, cortados en piezas similares para que se cocinen al mismo tiempo. Dispón el salmón encima y hornea directamente o tapando la fuente entera con papel de aluminio. Ve variando las verduras, usando, por ejemplo, boniato, remolacha y calabaza en invierno, o berenjenas en verano.

También puedes probar con una presentación distinta, cortando vegetales más duros en juliana, como el puerro, el apio o la zanahoria, salteándolos primero ligeramente antes de hornear con lomos de salmón. Y si tienes pisto casero, aprovéchalo para acompañar tu salmón asado a modo de salsa o guarnición.

Salmón en papillote

Salmón en papillote

Tan elegante como saludable y cómoda, la técnica del papillote es infalible para cocinar un pescado jugoso, sabroso y con todas sus propiedades. Puedes usar papel sulfurizado de hornear, papel de aluminio o estuches de silicona especiales con tapa, y te ahorrarás limpiar más fuentes o bandejas.

Aprovecha para asar al mismo tiempo algunas verduras de cocción rápida, como cebolleta, calabacín, tomate o espárragos finos, y coloca las piezas de salmón noruego sobre ellas. Añade aderezos a tu gusto, como rodajas de limón o zumo de naranja, cierra bien los paquetes y hornea a 200ºC durante unos 12-15 minutos. Cuidado al abrir los paquetes muy rápido, ya que saldrá vapor muy caliente.

Hojaldre de salmón, un plato de fiesta para diario

Hojaldre de salmón

Para esos días en los que quieras lucirte un poco más, pero sin complicarte demasiado, prueba a elevar el salmón utilizando masa de hojaldre refrigerada. Puedes envolver completamente los lomos en la masa, añadiendo una cama de verduras como espinacas rehogadas o alcachofas, o puedes simplemente cortar unos rectángulos sobre los que colocar el salmón.

Pinta la base primero con salsa de pesto para darle más presencia, barniza el salmón noruego con una salsa barbacoa o mostaza, y asa todo junto hasta que el hojaldre esté dorado y el salmón en su punto, ligeramente caramelizado. Otra opción es hornear el pescado y las verduras que quieras por separado de la masa, para emplatar todo junto formando capas, coronando el salmón con el hojaldre crujiente.

A baja temperatura, muy jugoso

Salmón al horno

Si te gusta disfrutar de toda la jugosidad natural del salmón noruego, prueba a cocinarlo a baja temperatura. Esta técnica de alta cocina se puede emular en casa en un horno convencional, y el trabajo es mínimo. No correrás el riesgo de que se te pase mientras te relajas y dejas que el horno haga casi todo el trabajo.

Para ello, escoge piezas de salmón algo gruesas y píntalas con aceite de oliva por ambas caras. Dispón el pescado sobre una fuente engrasada, adereza a tu gusto y hornéalo en el horno precalentado a 140ºC, sin activar el ventilador. Tardará entre 20 minutos y media hora, según el grosor y el punto que más te guste. Puedes gratinarlo en el nivel más alto del horno al final de la cocción, para que se caramelice por fuera. Completa el plato con una guarnición de verduras, emplatando el salmón encima para darle volumen a la composición, y

Pimientos rellenos de salmón

Pimientos rellenos de salmón

Los pimientos del Piquillo son ideales para rellenar y cocinar al horno. Cocina el salmón troceado o picado con las verduras que más te gusten, formando una bechamel suave o combinándolo con puré de patatas para darle espesor. Rellena los pimientos con una cuchara, con cuidado de no romperlos, y colócalos en una fuente

Termina cubriendo con salsa de tomate o con una salsa rápida de cebolla pochada con tres o cuatro pimientos y nata líquida. Solo queda asar a 180ºC unos 10-15 minutos, y lo mejor es que puedes dejar la fuente lista con antelación para darle el horneado final justo antes de cenar.

Al estilo asiático

Salmón asiático

No hay nada como viajar a través de la mesa para salir de la monotonía diaria, estimulando el paladar con aromas y sabores más exóticos. La cocina asiática, con Japón a la cabeza, es siempre una gran fuente de inspiración para cocinar el salmón noruego, no solo para preparar sushi.

Con ingredientes fáciles de conseguir puedes hornear el pescado glaseándolo con una mezcla agridulce de salsa de soja, mostaza, miel y jengibre, o con un punto más picante combinando tamari, lima y guindilla roja fresca bien picada. Prueba también a barnizar los lomos con pasta de miso o salsa teriyaki, y sírvelo con ensalada y una guarnición de arroz salvaje o basmati especiado; llevarás los aromas de Oriente a tus cenas sin esfuerzo.

Fotos | iStock.com/Elena_DanileikobonchanRafalStachuraMarianVejcikMagrig